Perfiles caucanos ha querido elevar las voces de la otra Colombia que vive, ganarle al silencio del país de los contrastes que lucha por vivir y que se hace palpable en la multitud de perfiles que encierra ésta tierra.
Seria imperdonable obviar la guerra y el dolor de tantas victimas, pues no se trata solamente de rechazar crímenes de los últimos años, lo necesario es sensibilizarnos para que no se recurra al crimen como pretexto para combatir el delito.
Hoy la patria nuestra sufre y llora pero también ha aprendido a reír y a soñar, a creer en un territorio que no solo alberga muerte sino también gente con pasión, gusto y amor por su tierra. Desde lo local, desde la Ciudad Blanca lo que pretendemos es mostrar la patria colombiana en rostros de gente común y corriente, en personas que viven y sienten su país en su sangre.
La violencia y la guerra no puede ser motivo para dejar de pensar, de imaginar, de construir el país, no puede ser motivo para desmoronarnos y desenamorarnos de la tierra que nos vio nacer. No podemos dejar de reconocernos para sobrevivir el invierno de tanto dolor.
En Colombia es de suma importancia abrir espacio de expresiones, eso hace parte como lo dice Sergio Fajardo, excalde de la ciudad de Medellín, “de la sanación colectiva para que la historia de la violencia no se repita, para que no se construya más sobre el rencor”
Si hoy nos retamos a nosotros mismos a pasar del dolor a la colombianidad, es posible ganar la batalla que se libra en la hierba verde de este país, que cubre el campo de todas las luchas.
El siguiente es un reportaje en las calles de Popayan-Cauca, con personas que expresan su colombianidad.
Seria imperdonable obviar la guerra y el dolor de tantas victimas, pues no se trata solamente de rechazar crímenes de los últimos años, lo necesario es sensibilizarnos para que no se recurra al crimen como pretexto para combatir el delito.
Hoy la patria nuestra sufre y llora pero también ha aprendido a reír y a soñar, a creer en un territorio que no solo alberga muerte sino también gente con pasión, gusto y amor por su tierra. Desde lo local, desde la Ciudad Blanca lo que pretendemos es mostrar la patria colombiana en rostros de gente común y corriente, en personas que viven y sienten su país en su sangre.
La violencia y la guerra no puede ser motivo para dejar de pensar, de imaginar, de construir el país, no puede ser motivo para desmoronarnos y desenamorarnos de la tierra que nos vio nacer. No podemos dejar de reconocernos para sobrevivir el invierno de tanto dolor.
En Colombia es de suma importancia abrir espacio de expresiones, eso hace parte como lo dice Sergio Fajardo, excalde de la ciudad de Medellín, “de la sanación colectiva para que la historia de la violencia no se repita, para que no se construya más sobre el rencor”
Si hoy nos retamos a nosotros mismos a pasar del dolor a la colombianidad, es posible ganar la batalla que se libra en la hierba verde de este país, que cubre el campo de todas las luchas.
El siguiente es un reportaje en las calles de Popayan-Cauca, con personas que expresan su colombianidad.
